4/11/24

Llueve sobre mojado... Sobre los cadáveres, heridos y damnificados (...) Grandes palabras, recriminaciones mutuas, calculadas mentiras. Como siempre (...) Procurando llevar las aguas a su molino, no mancharse en exceso con el barro y la muerte. Como siempre (...) Poco dirán de la especulación urbanística (...) De un estado garante del beneficio privado, a costa de la seguridad colectiva (...) Y harán promesas. Crearán comités (...) Cantarán las virtudes del pueblo. Llorarán sus desgracias. Fustigarán al enemigo político (...) “Ayudarán” a los damnificados... Para que, como siempre, todo siga igual: Un pueblo, un territorio, al servicio del capital (Ramón Qu)

 "LLUEVE SOBRE MOJADO.

 Sobre los cadáveres, heridos y damnificados,

 Sobrevolarán los buitres.

 Trazarán amplios círculos de demagogia

 Transformarán sus siseos en graznidos:

 Grandes palabras, recriminaciones mutuas, calculadas mentiras,

 Como siempre.

Desde las alturas, libres de las aguas y el horror,

 Hablarán de pueblo, ejército, nación, estados fallidos,

 Buscando ventajas miserables en sus luchas de poder,

 Procurando llevar las aguas a su molino,

 No mancharse en exceso con el barro y la muerte,

 Como siempre.

 Harán visitas de parque temático,

 Se rasgarán vestiduras,

 Se tirarán lodo a la cabeza:

 La huida de Sánchez,

 El valor del rey,

 La ineptitud de Mazón.

 Como siempre.

 Poco dirán de la especulación urbanística,

 De los más de dos millones y medio de españoles que viven en zonas inundables,

 De los recortes en inversiones en prevención y protección civil,

 De la carencia de infraestructuras contra los fenómenos climáticos extremos,

 De un estado garante del beneficio privado, a costa de la seguridad colectiva.

 Como siempre.

 Y harán promesas,

 Crearán comités,

 Elaborarán protocolos,

 Cantarán las virtudes del pueblo,

 Llorarán sus desgracias,

 Fustigarán al enemigo político,

 Destinarán millones.

 Y más tarde que pronto limpiarán los lodos,

 Reconstruirán lo destruido, 

Ayudarán” a los damnificados,

 Para que, como siempre,

 Todo siga igual:

 Un pueblo, un territorio, al servicio del capital.

 Un poema de Ramón Qu"

(Salvadro López Arnal, blog, 04/11/24)

2/9/23

"He estado vendiendo mi alma, trabajando todo el día / Haciendo horas extras por un sueldo de mierda / Para poder sentarme aquí y malgastar mi vida / Volver a casa y ahogar mis problemas. Es una maldita vergüenza a lo que ha llegado el mundo / Para gente como yo y gente como tú / Ojalá pudiera despertarme y que no fuera verdad / Pero lo es, oh, lo es" (Oliver Anthony)

 

 «He estado vendiendo mi alma, trabajando todo el día 

Haciendo horas extras por un sueldo de mierda 

Para poder sentarme aquí y malgastar mi vida 

Volver a casa y ahogar mis problemas.

Es una maldita vergüenza a lo que ha llegado el mundo 

Para gente como yo y gente como tú 

Ojalá pudiera despertarme y que no fuera verdad 

Pero lo es, oh, lo es.


Viviendo en el nuevo mundo 

Con un alma vieja 

Estos hombres ricos al norte de Richmond 

Dios sabe que todos ellos sólo quieren tener el control total 

Quieren saber lo que piensas, quieren saber lo que haces 

Y ellos no creen que lo sepas, pero yo sé que lo sabes 

Porque tu dólar no vale nada y está gravado sin fin 

Por los hombres ricos al norte de Richmond.

 

Desearía que los políticos se ocuparan de los mineros 

Y no sólo de los menores en una isla de algún lugar 

Por Dios, tenemos gente viviendo en la calle, que no tiene nada que comer 

Y los obesos ordeñando la asistencia social.

Bueno, Dios, si mides 1,70 y pesas 90 kilos 

Los impuestos no deberían pagar tus bolsas de caramelos 

Los jóvenes se están matando 

Porque todo lo que hace este maldito país es seguir dándoles patadas»

 

"El inusitado éxito de una “canción social” y del hartazgo con las cuestiones de género e identidad ofrecidas a los de abajo por el “nuevo mundo”.

El 7 pasado de agosto, Oliver Anthony, un desconocido cantautor con biografía de currante, oriundo de una zona de los Apalaches con notables bolsas de pobreza y precariedad entre los americanos «blancos», colgó en YouTube su canción Rich Men North of Richmond, un grito contra el «nuevo mundo» que impone el establishment de Washington, la capital situada al norte de Richmond. La canción tuvo un inusitado y meteórico éxito, colocándose en el primer puesto en las listas musicales de las redes sociales.

Diana Johnstone, una decidida adversaria de la seudoizquierda centrada en las cuestiones de identidad y «modo de vida», le ha dedicado un artículo en Consortium News en el que dice: «El hecho de que la sólida voz y las claras letras de Oliver Anthony hayan encontrado tanto eco inmediatamente en millones de oyentes, nos dice a cada uno de nosotros algo sobre los demás. De una forma simple pero profunda, millones de personas muy diferentes descubren que tienen algo en común. Exactamente a dónde podría conducir esto es un misterio, pero hay un significado político potencial en la unidad subjetiva despertada por esta canción».

La semana pasada Edward Snowden puso un mensaje en Twitter expresando su convencimiento de que tras encabezar la lista de iTunes, el FBI ha metido a Anthony en sus listas. Al fin y al cabo, explicaba, fichan a gente por acudir a una sola protesta contra la guerra.

Sea como fuere, la canción recuerda que en Estados Unidos, el país de los individuos y consumidores por excelencia, hay una sociedad capaz de encontrar lo común y de escapar a los compartimentos identitarios ofrecidos. Una sociedad que sufre, protesta y sintoniza con este grito contra el «nuevo mundo». Quien sabe si algún día nos darán una alegría contra quienes mandan allá, al norte de Richmond…

I’ve been sellin’ my soul, workin’ all day / Overtime hours for bullshit pay / So I can sit out here and waste my life away / Drag back home and drown my troubles away.

It’s a damn shame what the world’s gotten to / For people like me and people like you / Wish I could just wake up and it not be true / But it is, oh, it is.

Livin’ in the new world / With an old soul / These rich men north of Richmond / Lord knows they all just wanna have total control / Wanna know what you think, wanna know what you do / And they don’t think you know, but I know that you do / ‘Cause your dollar ain’t shit and it’s taxed to no end / ‘Cause of rich men north of Richmond.

I wish politicians would look out for miners / And not just minors on an island somewhere / Lord, we got folks in the street, ain’t got nothin’ to eat / And the obese milkin’ welfare.

Well, God, if you’re 5-foot-3 and you’re 300 pounds / Taxes ought not to pay for your bags of fudge rounds / Young men are puttin’ themselves six feet in the ground / ‘Cause all this damn country does is keep on kickin’ them down.”."      (Rafael Poch, blog, 01/09/23)

 

"La balada ‘country’ de la América rural contra las élites de Washington.

Los éxitos del desconocido Oliver Anthony, voz de la clase trabajadora que se resiste a ser instrumentalizado por los republicanos, y de la estrella ‘trumpista’ Jason Aldean instigan un debate político y cultural en Estados Unidos.

 La última vuelta de tuerca al mito, tan estadounidense, del hombre corriente que, harto de que su voz no sea escuchada, la alza contra el sistema, es un muchachote de barba pelirroja armado con una guitarra, un cantante country-folk de escasa fortuna llamado Oliver Anthony. Esa vida entre muchas otras, marcada por los problemas mentales y el alcoholismo, cambió con la publicación en internet el 11 de agosto de un video en el que, en mitad del bosque y acompañado por dos de sus tres perros, entonaba una balada cuyo título, Rich Men North of Richmond, juega con las palabras para responsabilizar de la “maldita vergüenza” de mundo que están dejándole a él y a los que son como él los hombres ricos más allá de la capital de Virginia. Una ciudad que también lo fue de la Confederación durante la Guerra Civil.

 Al norte de Richmond, baliza en la frontera mental con el Sur de Estados Unidos, están, a unos 175 kilómetros, Washington, capital de la Unión, y sus élites. A ellas responsabiliza en la letra Anthony de tener que “vender su alma y trabajar todo el día”, de la asfixia de la inflación y los impuestos, y les acusa de hacer cualquier cosa por controlar a la gente. La canción habría gustado a Ronald Reagan —autor de la frase “El Gobierno no es la solución, es el problema”—, también por sus críticas a quienes se benefician del sistema de bienestar social, que motivaron al gran cantautor izquierdista británico Billy Bragg a contestar después con un artículo (titulado “Esa canción que reivindica solidaridad con los trabajadores sólo beneficia a los ricos que los explotan”) y con una composición en la que reprochaba a Anthony su desconcertante conciencia de clase y que enfrentara a unos oprimidos contra otros. También le ofrecía una vieja solución a sus problemas: “Afiliate a un sindicato”.

Himno para los republicanos

Destacados miembros de la derecha política y mediática corrieron a apropiarse del mensaje de autenticidad (o, al menos, de la ilusión de esta que transmite el video) de Rich Men... Creyeron haber dado con el himno perfecto de la América trabajadora, olvidada por el “régimen socialista de Joe Biden”. Y así fue cómo Anthony, además de convertirse en un inesperado número uno y de acumular 60 millones de visitas en YouTube y 50 millones de escuchas en Spotify, se colocó en el centro de una guerra cultural que registró su más desagradable escaramuza en el reciente debate de los candidatos republicanos en Milwaukee, cuyos organizadores, la cadena Fox News, abrieron con el vídeo de la canción. Acto seguido, pidieron una opinión a los participantes sobre por qué creían que esta había tocado nervio en la sociedad estadounidense. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo: “Nuestro país está en declive. (...) Esos hombres ricos al norte de Richmond nos han colocado en esta situación”.

Al día siguiente —tal vez en otra demostración de que el mundo se ha conjurado para llevar la contraria a DeSantis, cuya hace no tanto prometedora carrera hacia la Casa Blanca languidece, calamitosa―, el músico respondió con otro vídeo, en el que durante 10 minutos decía que él también considera al gobernador y los demás tras los atriles de Milwaukee como hombres ricos al norte de Richmond. “Esto no va de Joe Biden”, añadió. “Es mucho más grande que él”. Y lo cierto es que su embrujo ha ido más allá de la audiencia conservadora: la canción ha calado en este, otro verano del descontento, en oyentes de todo el espectro, que empatizan con la idea del hombre corriente y su lista de quejas al poder.

 El éxito de Anthony ha llegado en mitad de una fenomenal temporada para la música country en Estados Unidos, gracias a otro hit de Jason Aldean, trovador trumpista de la América rural natural de Macon (Georgia). Más cómodo con el maridaje entre música y valores conservadores, Aldean es autor de Try That in a Small Town, una defensa de la vida y las costumbres de los pequeños pueblos, frente a la depravación liberal y la criminalidad de las ciudades.

 El vídeo de la canción fue el motivo para la controversia, en gran parte, porque está rodado en el juzgado de un condado de Tennessee donde en 1927 lincharon a un muchacho negro. La cadena Country Music Television prohibió la emisión del clip, que reproduce imágenes de disturbios durante las protestas de Black Lives Matter y de cámaras de seguridad de tiendas mientras son atracadas, por considerar que difunde mensajes racistas y que contiene versos que glorifican la violencia armada y el ojo por ojo. Aldean no oculta su simpatía por Donald Trump y promociona la marca de su esposa de camisetas con mensajes dirigidos a la Administración de Biden —“Cierra la puta frontera”— o lemas como “No es conservadurismo, es sentido común”. Se ha defendido diciendo que han confundido su apología de la vida en una pequeña comunidad con otra cosa.

A lomos de la controversia, el cantante, ganador de cinco grammies, también conquistó por primera vez en su carrera el número uno de la lista Billboard, que, dicho sea de paso, el consumo digital ha convertido en un asunto bastante anárquico e impredecible. Y lo hizo en una semana en la que se dio un hito histórico: los tres puestos en cabeza (el segundo fue Last Night, de Morgan Wallen, y el tercero, Fast Car, una versión del clásico de Tracy Chapman a cargo de Luke Combs) los coparon por primera vez canciones countries. “Los tres temas, pero sobre todo el de Aldean y el de Wallen, son éxitos alentados no tanto por fans del género, sino por gente interesada en promocionar una determinada agenda política”, considera David Cantwell, autor de The Running Kind: Listening to Merle Haggard, un interesante ensayo sobre la leyenda del country forajido. Esa estrategia denunciada por Cantwell explicaría por qué la canción de Aldean se desplomó a la semana siguiente al puesto 21 de Billboard.

 Una visión un tanto esquemática del asunto ha asociado tradicionalmente el countrycon permiso de la equilibrista Dolly Parton, a cuya equidistancia política parece aspirar Anthony— con el conservadurismo en Estados Unidos. “En los últimos dos años, parecía que se estaba abriendo a otras realidades, artistas negros o queer, pero los últimos éxitos vuelven a un viejo patrón: están protagonizados por hombres blancos cabreados”, opinó en la cadena pública de radio NPR el profesor Charles Hughes, del Rhodes College de Memphis.

Aunque, como él mismo músico defiende, no haya motivación política en el ánimo de Anthony, lo cierto es que hace tiempo que el Partido Republicano ha encontrado la fórmula para canalizar ese cabreo blanco y el resentimiento contra las élites de los que quedan atrás que retrata Rich Men..., cuya letra, que incluye una referencia al pedófilo Jeffrey Epstein, ha sido analizada minuciosamente, como lo es casi todo ahora, a derecha e izquierda. De momento, su golpe de suerte lo ha convertido en un unicornio difícil de atrapar no solo para los partidos; también para los medios (ha concedido una única entrevista, en el pódcast del libertario Joe Rogan) y los ejecutivos de la industria discográfica: el tipo asegura que ha rechazado una oferta de una multinacional por ocho millones de dólares (7,5 millones de euros).

 Es además escurridizo para los amantes del directo. Aunque su agenda ya se va llenando con citas en festivales repartidos por el centro del país, de Kentucky a Misuri, hasta ahora solo había aparecido en un par de ocasiones en garitos de Carolina del Norte, y en un concierto que se agotó en seguida en Farmville (Virginia), su pueblo. Un pueblo a una hora al sur de Richmond."              (Iker Seisdedos, El País, 09/09/23)

28/3/23

Elegía a Ramón Sijé

 (En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha
muerto como del rayo Ramón Sijé, con quien
tanto quería.)

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

.Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas…
de almendro de nata te requiero,:
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
.
(10 de enero de 1936)

 

(Miguel Hernández, El viejo topo,  28/03/23)

7/5/20

Paul Celan... Leche negra del alba la bebemos de tarde la bebemos al medio día y de mañana la bebemos de noche bebemos y bebemos

"Fuga de la muerte

Leche negra del alba 


la bebemos de tarde la bebemos al medio día y de mañana la bebemos de noche

bebemos y bebemos
 

cavamos una tumba en los aires ahí no hay estrechez
 

Un hombre vive en la casa juega con las serpientes escribe
 

escribe al oscurecer a Alemania 

tu cabello de oro Margarita
 

lo escribe y sale de la casa y relampaguean las estrellas silba a sus perros aquí
 

silba a sus judíos allá manda cavar una tumba en la tierra
 

nos ordena ahora toquen música de baile

Leche negra del alba 


te bebemos de noche te bebemos de mañana y al mediodía te bebemos de tarde
 

bebemos y bebemos
 

Un hombre vive en la casa juega con las serpientes escribe
 

escribe al oscurecer a Alemania tu cabello de oro Margarita
 

tu cabello de ceniza Sulamita 

cavamos una tumba en los aires ahí no hay estrechez

Grita hinquen más profundamente en el reino de la tierra 


los otros canten y toquen
 

echa mano del arma en el cinto la agita sus ojos son azules
 

hinquen mas profundamente las palas 

los otros sigan tocando música de baile
Leche negra del alba 


te bebemos de noche te bebemos al mediodía y de mañana te bebemos de tarde
 

bebemos y bebemos
 

un hombre vive en la casa tu cabello de oro Margarita
 

tu cabello de ceniza Sulamita juega con las serpientes  

Grita toquen mas dulcemente a la muerte la muerte es un maestro de Alemania
 

grita tañan mas sombríamente los violines luego ascenderán como humo en el aire
 

luego tendrán una tumba en las nubes ahí no hay estrechez

Leche negra del alba 

te bebemos de noche te bebemos al mediodía

la muerte es un maestro de Alemania
 

te bebemos de tarde y de mañana bebemos y bebemos
 

la muerte es un maestro de Alemania su ojo es azul
 

te dispara con bala de plomo te dispara certero
 

un hombre vive en la casa tu cabello de oro Margarita
 

azuza sus perros contra nosotros nos regala una tumba en el aire

juega con las serpientes y sueña la muerte es un maestro de Alemania


tu cabello de oro Margarita


tu cabello de ceniza Sulamita"             



(Paul Celan, Rumania, 23 de noviembre 1920 - París, 20 de abril 1970. Traducción Ricardo Ibarlucía, La Caina, 14/08/2014)

24/3/20

Todo ha cambiado. Me he topado con la patria de una semana para otra. Y por fin he entendido lo que es. Quienes hacen que España VIVA son la sanidad y los balcones. La patria son los cajeros y las reponedoras. La patria son quienes conducen, y todo aquel que no ha parado...



"Ilustración de Mónica Lalanda (@mlalanda) inspirada en la icónica fotografía de Charles C. Ebbet" 



"(...)  Todo ha cambiado. Me he topado con la patria de una semana para otra.

Y por fin he entendido lo que es.

Quienes hacen que España VIVA son La sanidad y los balcones.

La patria es este confinamiento colectivo, no algo tan sencillo como ondear una bandera el Día de la Hispanidad.

Nosotros que somos de cañas y tapeo hasta la eternidad.

La patria es mi prima Catalina,  salvando vidas en Cuenca el día que cumplió años. Y todos los sanitarios que son quienes se la juegan a diario. No sólo Doctores. Auxiliares, celadores, administrativos y administrativas...TODOS.

La patria son los cajeros y las reponedoras.

La patria son quienes conducen, y todo aquel que no ha parado.

Son los trabajadores y las emprendedoras que levantan la economía. 

Y sí, en este país nos encanta una fiesta. Pues somos de sangre caliente. 

Pero cuando nos toca ponernos serios, hasta los alemanes nos tienen en mente. (...)

El amor ha dejado de brotar, ya ni Mercadona es lugar seguro para ligar.  Y eso que es casi  primavera y no habrá besos que la alteran.

Sí. Hemos visto carros de supermercados llenos de egoísmo. Pero también hemos visto balcones cargados de solidaridad , aplausos y mucho civismo.

Qué frágil la estabilidad de esta vida de ocio y del todo incluido...que en nada se pierde lo que se daba por sabido.

Hemos aprendido que los recortes en sanidad nos matan. Y que la gestión de una crisis con Draghi deja muy en evidencia a la Europa actual, a quien le falta mucha unidad, pero más aún solidaridad.

Pero por encima de todo, lo que sí  hemos aprendido, es que el mayor virus que nos lleva años contagiando es el individualismo... Y que su único antídoto es la consciencia de practicar la solidaridad y la urgencia del ecologismo.

Y que cuando vamos todos a una, siempre ganamos.

Aunque nos lo han cancelado todo. Jamás podrán cancelarnos las ganas de volver a abrazarnos."                  (Texto, por Amalia M. Fajardo , Cultura Inquieta, 21/03/20)

11/11/18

Poesía documental...

"La poesía investigativa o documental.

 El mayor exponente de esta poesía es el activista político, poeta, editor, periodista y músico Ed Sanders –cuyos aportes ya se están estudiando en nuestro país–. Para él, la poesía investigativa es una red de versos realizados de todas las formas disponibles en la historia y la imaginación, configurados a partir de datos de la más diversa naturaleza: desde los detalles más subjetivos hasta cifras duras e inexpresivas.

Así como para un reciclador todo es valioso, también para la poesía investigativa todo material es útil. En lo personal, observo que a nivel de Latinoamérica ya hay un estallido de esta poesía, por ejemplo en México y recientemente en el Perú, donde se viene enseñando como lo fue el taller de poesía documental dictado en la Casa de la Literatura.

El poeta documentalista despliega un trabajo de apropiación y articulación de diversos documentos: textuales, iconográficos, sonoros, audiovisuales, electrónicos, virtuales, así como variadas propuestas que el avance tecnológico pudiera proyectar en el futuro. Y el Perú, que es un país multilingüe y pluricultural, donde como enunciaba Arguedas, conviven “todas las sangres”, es un espacio ideal para desarrollar esta vivencia estética.

Por lo tanto, la poesía investigativa o documental tiene un componente histórico, tal como se estableció desde su nacimiento de la mano de Ezra Pound y Charles Olson. Esta escritura es una exposición coral y polifónica, por lo cual exige al poeta asumir nuevas percepciones, comprender nuevos panoramas y evolucionar su trabajo a una realidad multiforme. El poeta analiza la realidad, convirtiéndose en un perito de la historia.

En mi visión, el creador tiene la obligación de describir la realidad histórica. Y a partir de allí destilar y verter líneas de belleza lírica, descendiendo desde el racimo de datos hasta el alma de los lectores. El vate debe ser controversial y radical, pero al mismo tiempo su poesía tiene que humanizar a la sociedad. Como dijo Vallejo: “Todo acto o voz genial viene del pueblo y va hacia él”.        (Ssociólogos, 07/11/18)


Convocatoria al taller de poesía documental con Paul Guillén.

 La poesía investigativa o documental es un tipo de creación poética opuesta a la poesía como manifestación del “yo” o de los sentimientos del autor. En la poesía investigativa el autor desarrolla un documento de trabajo o un collage que se caracteriza por la polifonía y la alteridad. Este tipo de poesía permite que otros sujetos, fuera del autor, expresen su voz, la cual es intervenida, interpretada y contextualizada.

Para explorar esta particular forma de plantear un proyecto literario, el poeta Paul Guillén dictará el Taller de Poesía Investigativa o Documental, que está dirigido a estudiantes de humanidades, jóvenes poetas y público en general interesado en experimentar en el formato documental.

Las sesiones del taller serán en la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Áncash 207, Centro Histórico de Lima), los días jueves 14, 21, 28 de mayo y 4 de junio, de 5:15 a 8:15 p.m. La participación es gratuita con postulación previa.

Quienes deseen participar deben hacer clic en este enlace y llenar correctamente el formulario para ingresar al proceso de postulación. El plazo máximo para postular es el viernes 8 de mayo a las 12 m. La lista de 25 personas ingresantes al taller será publicada el lunes 11 de mayo en la página web de la Casa de la Literatura Peruana: www.casadelaliteratura.gob.pe

Metodología del taller
(...)
Programación

Sesión 1: Miradas sobre la poesía investigativa.

Lecturas: El verso proyectivo (1967) de Charles Olson. La poesía investigativa (1976) de Ed Sanders. Desde Reznikoff a Public Enemy. El poeta como periodista, historiador, agitador (2007) de Philip Metres. Docupoesía y archivo de deseo (2011) de Joseph Harrington. (...)

Sesión 2: Los grandes modelos norteamericanos.

Lecturas: El libro de los muertos (1938) de Muriel Rukeyser. Paterson (1946-1958) de William Carlos Williams. Los poemas de Maximus (1950-1969) de Charles Olson. Testimonio (1965) y Holocausto (1975) de Charles Reznikoff. (...)

Sesión 3: Modelos contemporáneos en lengua inglesa.

Lecturas: Dictee (1982) de Theresa Hak Kyung Cha. Shut Up Shut Down (2004) de Mark Nowak. Don’t let me be lonely. An American Lyric (2004) de Claudia Rankine. Jane A Murder (2005) de Maggie Nelson. Things Come On (an amneoir) (2011) de Joseph Harrington. INVERSE: “Creyente” (2009), docupoesía en video acerca del Huracán Katrina por la poeta Natasha Trethewey y el fotógrafo Joshua Cogan. (...)

Sesión 4: Modelos en Latinoamérica.

Lecturas: La Nueva Novela (1977) de Juan Luis Martínez. Purgatorio (1979) de Raúl Zurita. El Schock de los Lenders (1986) de Jorge Santiago Perednik. Monte de Goce (1991) de Enrique Verástegui.  (...)"                           (Casa de la literatura peruana, 23/abril/15)

8/7/18

Nadie abandona su hogar a menos que el hogar sea la boca de un tiburón

"nadie abandona su hogar a menos que
el hogar sea la boca de un tiburón
sólo corres hacia la frontera
cuando ves a toda la ciudad corriendo también
 
tus vecinos corriendo más rápido que tú
aliento sanguinolento en sus gargantas
el chico con el que fuiste a la escuela
el que te besó tontamente tras la antigua fábrica de latas
está sosteniendo un arma más grande que su cuerpo
sólo abandonas tu hogar
cuando el hogar no te permite quedarte.
 
nadie abandona su hogar a menos que el hogar te persiga
fuego bajo los pies
sangre caliente en tu vientre
no es algo que hayas pensado hacer
hasta que el filo gastado amenaza
tu cuello
y aun entonces cargaste el himno bajo
tu aliento
sólo rasgando tu pasaporte en unos baños de aeropuerto
sollozando con cada bocado de papel
te queda claro que no podrías regresar.

tienes que entender,
que nadie pone a sus hijos en un barco
a menos que el agua sea más segura que la tierra
nadie quema las palmas de sus manos
bajo trenes
debajo de carrocerías
nadie pasa días y noches en el estómago de un camión
alimentándose de periódicos a menos que las millas recorridas
signifiquen algo más que el trayecto.
nadie se arrastra bajo vallas
nadie quiere ser golpeado
escupido
nadie escoge campos de refugiados
o registros al desnudo donde tu cuerpo
se queda dolorido
o la prisión,
porque la prisión es más segura
que una ciudad de fuego
y un guarda de la prisión
en la noche
es mejor que un camión repleto
de hombres que se parecen a tu padre
nadie puede soportarlo
nadie puede digerirlo
ninguna piel sería lo suficientemente dura

el
váyanse a casa negros
refugiados
sucios inmigrantes
solicitantes de asilo
dejando secos nuestros países
negratas con sus manos mendigas
huelen raro
salvajes
arruinaron sus países y ahora quieren
arruinar el nuestro
cómo hacen las palabras
las miradas sucias
ruedan sobre tus espaldas
quizás porque el golpe es más suave
que un miembro cortado

o las palabras son más tiernas
que los catorce hombres entre
tus piernas
o los insultos son más fáciles
de tragar
que el escombro
que el hueso
que el cuerpo de tu hijo
en pedazos.
quiero ir a mi hogar,
pero mi hogar es la boca de un tiburón
hogar es el cañón de la pistola
y nadie abandonaría su hogar
a menos que el hogar te persiguiese hasta la orilla
a menos que el hogar te diga
que aceleres tus piernas
dejes tu ropa atrás
te arrastres por el desierto
atravieses los océanos
te ahogues
te salves
estés hambriento
mendigues
olvida el orgullo
tu supervivencia es más importante

nadie abandona el hogar hasta que el hogar es una voz sudorosa en tu oído
diciendo 
–ve,
corre lejos de mí ahora
no sé en qué me he convertido
pero sé que cualquier lugar
es más seguro que aquí."                       

('Hogar' de Warsan Shire. Fogal, 16/03/16. Traducción de Javier Izquierdo Reyes)

6/7/17

Hablas del lugar de los poetas ¿Dónde? En la batalla por el poder... poniendo las palabras a las cosas

"(...) Cuando hablo de “El lugar de los poetas” me refiero en general a ese lugar misterioso en el que se ponen las palabras a las cosas, ese lugar en el que se crean palabras para el mundo. “El lugar de los poetas” no se refiere sólo a la tarea de la poesía en sentido estricto, como algo, digamos, “meramente estético”. 

Ese poder de “poner las palabras a las cosas” se refiere, por ejemplo, a la operación de los revolucionarios franceses cuando consiguen que la palabra “pueblo” remita sólo al tercer estado y, al mismo tiempo, a la voluntad del conjunto de la nación. 

También puede considerarse en este mismo sentido que la introducción de la palabra “casta” por parte de Podemos es un acierto poético: las élites que hasta entonces se presentaban como alternativas políticas (divididas e incluso enfrentadas como “izquierda” y “derecha”, “rojo” y “azul”) se hacen visibles, gracias a esa palabra, como una unidad en la que resultan más relevantes las semejanzas que las diferencias (rescatan a los mismos bancos, se jubilan en los mismos consejos de administración, usan las mismas tarjetas black... etc.). 

Esta capacidad de administrar semejanzas y diferencias a la hora de nombrar el mundo es un elemento clave del poder político. Y constituye un problema central de la historia de la filosofía al menos desde finales del siglo XVIII (digamos que desde la Crítica del juicio de Kant) hasta nuestros días. Lo que trato de hacer en el libro es un recorrido por el modo como los grandes autores de la historia de la filosofía han pensado el problema.(...)

Déjame insistir un poco. Dices: “Esta capacidad de administrar semejanzas y diferencias a la hora de nombrar el mundo es un elemento clave del poder político”. Del poder político y, sin poder, del conocimiento positivo en general. Por lo demás, moviéndonos en la esfera de la política, ¿es tan importante esa característica nominal-lingüística del poder? ¿Por qué es tan importante si lo fuera? 

Desde luego no es el único terreno en el que se disputa el poder político, pero sí es un terreno muy importante. La pura fuerza o el poder económico son de manera evidente otros aspectos decisivos de la lucha por el poder. Pero no son los únicos. 

Y esto se pone especialmente de manifiesto en las situaciones de crisis de régimen, cuando “paquetes estables” en los que se han agrupado durante décadas semejanzas y diferencias pierden eficacia y hay que agrupar de nuevo. 

Así, por ejemplo, nos encontramos en una situación en la que la desconfianza y el desprecio contra las élites políticas constituye un elemento que comparten enormes mayorías sociales. De hecho, casi cabría decir que quien gane ese elemento para su proyecto ha ganado la partida.

 Sin embargo, se trata de un elemento que puede quedar enlazado en el mismo “paquete” que la indignación con las élites económicas que nos están saqueando o puede ganarse para un paquete que reúne a políticos, funcionarios o inmigrantes.

 Esta es en gran medida la operación que intenta la extrema derecha, y de momento parece claro que van ganando a nivel global. En EEUU, por ejemplo, el rechazo al stablishment político es enorme, pero ese rechazo puede ser capitalizado por un planteamiento tipo Bernie Sanders (enlazándolo con las élites económicas) o puede ser ganado por Trump para otro “paquete” enteramente distinto en el que queda unido con los servicios públicos y los inmigrantes. 

Una parte importante de la construcción de identidades políticas (y, con ello, de sujetos políticos) se juega en operaciones de este tipo. No nos gusta que nos roben, eso es obvio y bastante universal. 

Ahora bien, esta afirmación no se vuelvo políticamente operativa hasta que no se resuelve el asunto de quiénes somos nosotros (a los que nos roban) y quiénes son ellos (los que lo hacen). Como es evidente, se juega una batalla política crucial en la alternativa entre que “nosotros” (los semejantes) seamos los franceses o los españoles (y “ellos” los inmigrantes) o que “nosotros” seamos, por ejemplo, el 99% (y “ellos” la minoría privilegiada que está expropiando todos los recursos). En un caso, el resultado es la lucha de los penúltimos contra los últimos y en el otro una lucha de las mayorías sociales contra las élites. 

Y esta batalla política se juega en gran medida en la administración de semejanzas y diferencias relevantes e irrelevantes.  

Sobre el subtítulo del libro: “Un ensayo sobre estética y política”. ¿Qué es la estética para ti?
 
Normalmente asociamos la estética con la teoría del arte y la belleza. Y esto sin duda es cierto, pero es una verdad parcial. Entiendo por “estética” esa disciplina estrictamente filosófica relacionada con el asunto que planteaba antes; una disciplina que no surge propiamente hasta el siglo XVIII pero que, a partir de ese momento, constituye en cierto modo el corazón mismo de la historia de la filosofía.

 En definitiva, se trata de pensar qué tipo de fundamento y validez tienen los actos de creación originaria, las obras del genio si queremos decirlo así, esas obras que se crean de un modo original y, por lo tanto, cuya validez no puede establecerse por referencia a ningún modelo (ley, concepto, regla o patrón de medida) previo.

 Esto es algo que se plantea por supuesto respecto al arte en sentido estricto, pero no sólo. El mismo problema se encuentra en el acto de creación de palabras nuevas, palabras mejores con las que nombrar el mundo.  

En cuanto a la política, ¿qué es la política desde tu perspectiva?
 
La política tiene siempre, sin duda, un elemento de disputa por el poder. Lo que planteo en este libro es que esa batalla se disputa en gran medida en “el lugar de los poetas”. Resulta asombroso (y así le ha resultado siempre a las mejores cabezas de la historia de la filosofía) el poder legislativo que tiene el lenguaje. El lenguaje no se limita a describir lo que las cosas son con independencia del modo como las nombramos. Todo lo contrario. 

En gran medida es el lenguaje mismo el que las organiza. En ese lugar en el que se ponen los nombres a las cosas se disputa un poder descomunal. Esto no es ningún descubrimiento reciente. Y, como digo, creo que es algo que sólo se puede entender en toda su profundidad y de un modo claro si se hace el esfuerzo de recuperar a los grandes autores que han planteado este asunto hasta las últimas consecuencias.  

Hablamos de ello más tarde si te parece pero, en todo caso, ¿el lenguaje organiza el mundo como “amo y señor” o el mundo está ya organizado de alguna manera y el lenguaje recoge, describe de forma creativa y de algún modo ese orden?
 
Resulta evidente que el mundo no tiene una plasticidad infinita y, por lo tanto, el lenguaje no opera nunca del todo como “amo y señor”. Sin embargo, también es evidente que el lenguaje no se limita sin más a recoger y describir las cosas tal como están ya ordenadas. Esto es especialmente importante en lo relativo a los asuntos humanos (esos animalillos que nos construimos y nos relacionamos con todo a través del lenguaje).

 Esto es algo que se pone de manifiesto en los asuntos más cotidianos. Como comento en el libro, t odo el mundo ha tenido por ejemplo la experiencia de conocer a alguien, tomar un par de copas, ir varias veces al cine, tener sexo más o menos esporádico... y siempre llega el momento (inevitable) de preguntar: “pero, nosotros ¿qué somos?”. 

Tarde o temprano, se impone la exigencia de poner una palabra a cierto conjunto disperso de cosas. Nos resulta difícil sostener por mucho tiempo una respuesta del tipo “dos personas que han visto juntas un par de películas, han tomado unas copas, y han tenido algunas noches de sexo”.

 Ahora bien, en el instante se elige la palabra, y se dice, por ejemplo, “somos novios”, resulta obvio que, de un modo casi automático, se descarga un archivo completo, una especie de manual de instrucciones de nuestra propia vida, en el que viene detallado cómo funcionan los celos, cómo hay que relacionarse con los suegros, qué se hace en vacaciones, dónde se sienta cada uno en el coche, qué se opina de los amigos, quién se ocupa de los niños, cómo se paga la hipoteca... 

Son con frecuencia las determinaciones que corresponden a una palabra las que terminan imponiéndose y dando forma al mundo mismo. Al menos en los asuntos humanos, el lenguaje tiene el poder de reunir y agrupar en la realidad las semejanzas que se hayan agrupado para crear un concepto y, en esa medida, para trasladar al mundo los enlaces con los que se han creado las palabras.   (...)"                

(Entrevista a Luis Alegre Zahonero sobre El lugar de los poetas. Un ensayo sobre estética y política, Salvador López Arnal , Rebelión, 05/07/017)

6/6/17

“¡Qué familia, Dios Santo, y luego dicen…!”

Declaración (apuntes de mi biografía)

Me preguntó…

(Recuerdo aquel lugar y aquella noche.
Puerta del Sol. Octubre.
Hacía mucho frío. Alguien
pasó cantando por la acera.)

Me preguntó si había
algún antecedente en mi familia,
si alguno de sus miembros
había incumplido alguna vez las leyes
o había demostrado
inclinación a la violencia.

Dije que sí con cierto desafío.

(Cuántas veces el miedo es el resorte
que hace saltar, altiva, la palabra,
la proyecta, la estampa
sobre el lienzo del aire que imposible
registra
hasta el matiz más mínimo)

Hablé de aquel tatarabuelo
que hasta sus días últimos,
luchó contra el carlismo
y sus negras arañas.

(No creo que tuviera
una especial predilección
por Isabel II
-dicen que era republicano-
pero los tiempos exigían
elegir entre dos calamidades
y optó por la reina de los ojos azules
y los tristes destinos)

Cuando ya era un anciano desasido
de toda coherencia
y navegaba
en las aguas de un ayer confuso y azaroso,
los niños se reían de él porque salía
con la escoba a la calle y, apostado
en una esquina,
esperaba el momento
de poder disparar a los geranios rojos
que, descuidados e inocentes,
iluminaban los balcones

**

Conté que mi bisabuelo y otras díscolas,
incendiaron un día los archivos
municipales
de su hermosa ciudad de pescadores,
toda abocada al mar y tan lejana
entonces de la urbe
en cuyas callejuelas
buscaron complicidad y refugio.

Lo hicieron para impedir que los mozos fueran a África
a luchar por la patria
contra la patria de otros.

Era de noche y una luna bellísima
se vertía en las aguas
verdinegras del puerto…

(Era un dato importante
-lo conocía por referencias, claro-,
y no quise omitirlo.)

Apenas concebido
el cálido misterio de la aurora,
mi bisabuela y sus cómplices
corrían por las ramblas, perseguidas
por el humilde vuelo de sus faldas
y por los guardias a caballo,
mientras Barcelona ardía
hermosamente
por sus cuatro costados
y un resplandor de sangre
se agregaba al incendio y la ira.

(Meses después, caería fusilado
Ferrer i Guardia,
instigador -dijeron- del desastre.
No sólo fue desposeído
de la vida,
de la Escuela Moderna,
-o, para ser exactos,
fue la Escuela Moderna la desposeída
de él…
atentaron también
contra la i latina, tan ingenua y tan grácil,
que aún hoy, en los libros de historia,
une sus apellidos.
Dicen que Maura
consintió el múltiple atropello
con gesto
elegante y ausente...-

No pude ni intuir entonces
-aún tardaría diecisiete años en nacer-
que iba a sentir, tan mío,
el sufrimiento de uno de sus nietos
cuyo nombre, emblema de lucha y rebeldía,
habita
en el lugar más claro de mi pecho.)

Mis abuelas -las dos-, y otras mujeres
propiciadoras de conflictos,
alborotaban en las fábricas,
salían a la calle con pancartas
pidiendo comedores, guarderías,
salarios menos míseros,
el voto femenino…

A veces
apedreaban la oficina del encargado,
o esperaban,
en las puertas del Liceo,
-apagados los últimos acordes
de Aída o de Lohengrin-
al amo y a su esposa
y decoraban
sus elegantes trajes
con un certero impacto
de tomates podridos, aportados
por las irreductibles vendedoras
de la boquería.

**

Mi abuelo…

(Sólo tuve uno,
el otro,
un indiano muy rico,
huyó a sus predios
dejando
a una muchacha triste y frutecida.)

De mi abuelo, decía, del único,
al que recuerdo vagamente,
mejor no hablar.
Cansado de sí mismo, del trabajo,
del hambre,
del patrono,
de las huelgas inútiles,
del vino y la baraja, ,
se arrojó a la vía
del tren que, indiferente,
puso punto final al fútil episodio
de su vida.

**

Mi padre curtía pieles.

(Recuerdo el olor a tanino
a nafta, a trementina, ocupando
el espacio pequeño de mis juegos,
el retazo de sol
que caía a mis pies cada mañana
en el patio bordeado de celindas
desde donde
se oía el mar…)

Era también
bastante soñador y un poco mago,

(sobre todo cuando transformaba
en pan las piedras)

Andaba siempre
entre funciones de teatro y sindicatos,
y en ambos escenarios adquiría
prestigio y estatura.

Era también violento,

(la razón para muchos
se apellida violencia)

y una vez,
con la cuchilla
de adelgazar el cuero,
a punto estuvo de zurrarle la badana
-y nunca mejor dicho-
al amo, responsable
del eterno periplo
de nuestras desventuras.

**

De mi madre diré que era frágil y dulce,
medrosa, sufridora, resignada,
barruntadora de todas las desdichas.
Cosía hasta muy tarde
bajo la luz azul que proyectaba
la lámpara de carburo
-no había otra en mi casa-
y sus ojos de lluvia
fueron perdiendo
su hermosa intensidad,
su delicado brillo.

Un día -yo tendría cinco años y aquel hecho
se me quedó en el alma
erizado como un tumulto de cristales rotos-
a cambio de un pan redondo y rubio,
la tuvieron dos horas de rodillas
en las losas heladas de una iglesia.
Un cura, bondadoso y paternal,
ayudaba a los descarriados.

(Mi padre, ya le he dicho,
era de los más irredentos:
arengador, huelguista, catalán,
amigo
de Ignasi Iglesias y algo golfo.)

Mi madre,
vencida y humillada,
partió el pan con sus manos como si quisiera
restarle agravio,
conferirle nobleza,
y lo repartió entre sus hijos.
Recuerdo
que ni una miga se llevó a los labios.
Y aquella noche
blasfemó más que nunca
-solía hacerlo varias veces al día-
y si embargo,
rezaba un Padrenuestro al acostarse,
por sus hijos, decía.

**

De mi hermano me queda en la memoria,
entre otras muchas cosas, un pañuelo
de contrastado colorido: negro y rojo,
dos alas
sobrevolando una quimera;
y aquellos ojos suyos
tan dispuestos, tan listos
para el sufrimiento;
y sus manos de obrero
desde donde nacía el arcoiris
que redimía la blancura insulsa
del algodón
-era tintorero de oficio,
disculpe la retórica-.
Un día de julio,
con diecisiete años mal cumplidos,
se marchó voluntario
al frente de Aragón.

(La Batalla del Ebro le duró en la retina
hasta el instante de su muerte.)

Después, el largo exilio en Francia,
los campos de concentración,
la mugre nazi,
y ese difícil trance de cambiar los libros,
la fábrica, la patria,
por el mortero,
los encofrados
y el frío en el andamio,
-nunca sus convicciones ni la utopía lírica
de su pañuelo negro y rojo..

Hace ya muchísimo tiempo que descansa
en Sevran,
en un pequeño cementerio sin geranios.

**

Y ahora, ya lo ve:
Mi hijo, casi un niño,
recogiendo el testigo.
Acérrimo
detractor por convicción y herencia
de lo que usted defiende,
tal vez acabe declarando,
en el antro contiguo,
que fue él quien, por impulso soberano,
mató al Conde de Villamediana...

(Pensé que resultaba más poético
y menos socorrido
que lo de Manolete
que era
lo que solía decirse en esos casos…
Y, sin duda, dado el lugar,
nuevo ingrediente
de confusión…)

El agente instructor,
tal vez ligeramente herido por las letras
-nunca se sabe-,
me mira airado.
Y luego,
conteniéndose para que no se diga,
me alarga siete folios
donde ha quedado escrito,
pero con más detalle
y más prosaísmo aún
lo que aquí dejo dicho.
Y ordena: “Firme”.
Y añade:
“Usted se puede ir, su hijo se queda”.
Luego,
-tal vez un tanto compasivo- murmura:
“Está temblando...”

(Al borde del derrumbamiento,
en la orilla del llanto
que a fuerza de contenerlo
es casi hoguera,
la furia de mis ojos se abalanza
sobre los suyos,
que,
incapaces de afrontarla,
se desvían fingiendo indiferencia.

Me dispongo a salir. Mudo, secreto,
el terror,
pájaro informe,
se ha instalado en mi pecho y me consume,
soy sumiso banquete de sus hambres.
Pero algo en torno a mí,
algo impalpable y dulce, me sostiene.
¿son aquellos fantasmas que, invocados
con tanto amor, me acuden y confortan?

Oigo, desde la puerta, como en sueños,
que otro de los agentes,
murmura entre pequeñas y barrocas
columnas de humo blanco:
“¡Qué familia, Dios Santo, y luego dicen…!”


Angelina Gatell: Los espacios vacíos y desde el olvido (Antología 1950-2000)