"...Mi infancia
es un villancico
sobre la pierna de mi abuelo.
Una lectura diaria
siguiendo al dedo
de mi madre..."
Julio Santiago, de ULO LAGO (Cuadernos del laberinto), 2011 (Abeja con orejas de lobo, 28/03/2012)
“El poeta Jodásevich, que también había abandonado Rusia para instalarse en París, había escrito:
Quién sabe porque me acuerdo de ti.
Va una carroza con las ruedas rojas:
Quién sabe porque me acuerdo de ti.
Se enciende una luz en el pasillo de noche:
Quién sabe porque me acuerdo de ti.
Siempre, en todas partes, por tierra y por mar,
O incluso en el cielo, me acordaré de ti…”