Poeta
Pensarás: ¡vaya un trabajo
esa vida regalada!
Escuchar algo en la música
y, entre broma y broma, hacerlo propio.
O adaptando un alegre scherzo
en un flujo de estrofas
jurar que es como gime
un pobre corazón en el esplendor de los campos.
Y luego oír algo en el bosque,
entre pinos como monjes que guardan voto
de silencio, o en una cortina de nubes,
en la niebla que cuelga del aire.
Recojo un poco a la izquierda y un poco a la derecha,
e incluso, sin sentirme culpable,
algo de la picara vida,
recojo todo del silencio de la noche.
Komarovo, verano de 1919
Anna Ajmátova
(En: Anna Ajmátova y Marina Tsvetáieva: El canto y la ceniza. Antología poética. Selección y traducción de Monika Zgustova y Olvido García Valdés. Círculo de Lectores. Barcelona. 2005)
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